Vitamina C

Vitamina C

Vitaminas de la A a la Z: Vitamina C – El escudo antioxidante de tu organismo

La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es uno de los micronutrientes más reconocidos por su papel en la salud inmunológica, la protección antioxidante y el mantenimiento de tejidos vitales. En esta entrega de nuestra serie, profundizamos en todo lo que necesitas saber sobre la vitamina C: funciones, fuentes, beneficios, deficiencia y recomendaciones.

¿Qué es la vitamina C y por qué es esencial?

La vitamina C es una vitamina hidrosoluble, lo que significa que se disuelve en agua y el cuerpo no puede almacenarla en grandes cantidades, por lo que debe obtenerse diariamente a través de la dieta. Es fundamental para el crecimiento, el desarrollo y la reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, y participa en procesos tan diversos como la formación de colágeno, la cicatrización de heridas, la absorción de hierro y la protección antioxidante.

Funciones principales de la vitamina C

  • Formación de colágeno: El colágeno es una proteína esencial para la piel, los vasos sanguíneos, los tendones y los huesos. La vitamina C es indispensable para su síntesis, ayudando a mantener la firmeza y elasticidad de la piel, así como la integridad de los tejidos.
  • Cicatrización y reparación: Es necesaria para sanar heridas, formar tejido cicatricial y mantener cartílago, huesos y dientes en buen estado.
  • Antioxidante potente: La vitamina C neutraliza los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y acelerar el envejecimiento. Así, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
  • Absorción de hierro: Mejora la absorción de hierro de origen vegetal, previniendo la anemia ferropénica.
  • Refuerzo del sistema inmune: Contribuye al buen funcionamiento de las defensas, ayudando al organismo a combatir infecciones y virus.

Beneficios para la piel

La vitamina C es especialmente valorada en dermatología por su capacidad antioxidante y su papel en la producción de colágeno. Ayuda a mantener la piel joven, firme y luminosa, previniendo la aparición de arrugas y signos de envejecimiento prematuro. Además, protege la piel del daño causado por el estrés oxidativo, la contaminación y la exposición solar.

Fuentes alimenticias de vitamina C

Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C, pero algunas destacan por su alto contenido:

Alimento Contenido aprox. de vitamina C (mg/100g)
Guayaba 273
Chile rojo 225
Grosella negra 159
Pimiento rojo 152
Perejil fresco 190
Kiwi 92
Fresas 59
Naranja 53
Brócoli 110
Papaya 61

Otras fuentes importantes incluyen melón, mango, piña, frambuesas, moras, arándanos, repollo, coles de Bruselas, espinaca, tomate y patata.

Consejo: La vitamina C es sensible al calor, la luz y el almacenamiento prolongado. Para conservar su contenido, consume frutas y verduras frescas y, si es posible, crudas o cocidas al vapor.

Cantidad diaria recomendada

  • Hombres adultos: 90 mg/día
  • Mujeres adultas: 75 mg/día

Estas necesidades pueden aumentar en fumadores, embarazadas, lactantes o personas con ciertas condiciones médicas.

Deficiencia de vitamina C: síntomas y riesgos

La carencia de vitamina C puede causar síntomas como cansancio, debilidad, irritabilidad, pérdida de peso y dolor muscular o articular. Si la deficiencia es severa y prolongada, se desarrolla el escorbuto, caracterizado por:

  • Sangrado e hinchazón de encías
  • Hematomas y hemorragias bajo la piel
  • Piel seca y áspera
  • Mala cicatrización de heridas
  • Anemia
  • Inmunidad debilitada
  • En niños, la deficiencia puede afectar el crecimiento y causar sangrados, irritabilidad y pérdida de apetito

¿Qué ocurre con el exceso de vitamina C?

El exceso de vitamina C, generalmente por suplementos, puede causar molestias digestivas como diarrea, náuseas y cólicos estomacales. Dosis muy altas (más de 2,000 mg/día) pueden aumentar el riesgo de cálculos renales en personas susceptibles.

Conclusión: Vitamina C, tu aliada antioxidante

La vitamina C es mucho más que un remedio para el resfriado: es una vitamina esencial para la salud de la piel, la inmunidad, la cicatrización y la protección celular. Asegúrate de incluir diariamente frutas y verduras frescas en tu dieta para cubrir tus necesidades y mantener tu organismo protegido y vital.

No te pierdas la próxima entrega: Vitamina D– La vitamina del sol y la fortaleza ósea.